La relación entre la lectura, memoria y atención: claves para el aprendizaje
La lectura no solo es la base de la adquisición de conocimientos, sino que también influye profundamente en habilidades cognitivas cruciales como la memoria y la atención. Al leer, el cerebro activa complejos procesos neurológicos, lo que no solo permite interpretar símbolos, sino que impacta directamente en el desarrollo de las funciones ejecutivas y la capacidad de recordar información relevante y focalizar la atención. La importancia de la lectura en los niños es la clave del aprendizaje.
El proceso de lectura y su relación con la memoria
Cuando leemos, el cerebro activa la *memoria de trabajo*, una función de memoria a corto plazo que permite retener información temporalmente y procesarla. Esta memoria es vital para poder mantener el hilo de un texto y comprender su significado, ya que sostiene datos mientras el lector avanza comprendiendo todo aquello que va leyendo. En palabras de Stanislas Dehaene, el cerebro necesita reutilizar áreas inicialmente dedicadas al reconocimiento de objetos para el reconocimiento de letras y palabras. Esta reestructuración, o «reciclaje neuronal», optimiza el procesamiento lector, permitiendo que la información fluya a través de la memoria de trabajo sin sobrecargarla.
No obstante, cuando la velocidad de lectura es baja, se compromete la memoria de trabajo. En estos casos, el cerebro se ve obligado a dedicar más recursos a la decodificación de las palabras, lo que dificulta la retención de la información y el establecimiento de conexiones entre ideas. Este fenómeno es particularmente importante en niños y jóvenes en etapa escolar, ya que su capacidad para aprender otros contenidos depende de una lectura fluida y comprensiva. De ahí la importancia de la lectura en los niños.
Atención y lectura: un proceso interdependiente
La lectura también demanda un alto grado de atención, especialmente en las etapas iniciales de aprendizaje. La atención permite al lector focalizarse en el texto, ignorando estímulos irrelevantes, y, a medida que se consolida la habilidad, la necesidad de atención consciente disminuye, pues la lectura se vuelve más automática. Según los estudios realizados por el Método Glifing, cuando un lector automatiza el proceso de decodificación, se libera atención para la comprensión y el análisis del contenido. Esta automatización es fundamental para mejorar tanto la comprensión como la retención de la información.
Un aspecto clave en la relación entre lectura y atención es la velocidad lectora. En estudios relacionados, se ha demostrado que los estudiantes con mayor fluidez lectora muestran mejor capacidad para sostener la atención durante periodos largos y complejos de lectura, facilitando así un aprendizaje más efectivo. Es importante considerar que la falta de velocidad y fluidez en la lectura afecta a niños y jóvenes, generando problemas de concentración que, a largo plazo, pueden derivar en bajo rendimiento escolar y dificultades en otros procesos de aprendizaje.
La lectura como herramienta para el desarrollo cognitivo
La práctica de la lectura estimula circuitos cerebrales específicos que son fundamentales para el desarrollo de habilidades cognitivas avanzadas. Esto se evidencia en programas como el Método Glifing, que usa una metodología lúdica y personalizada para fomentar la lectura en estudiantes, impulsando así mejoras en áreas como la memoria de trabajo y la atención. El uso de herramientas de entrenamiento lector ha demostrado que, cuando los niños practican la lectura de manera sistemática y a través de plataformas interactivas, desarrollan una mayor capacidad de concentración y una memoria más eficiente, lo que les permite afrontar tareas académicas más complejas.
El entrenamiento lector de Glifing no solo se centra en la velocidad, sino en la comprensión y la retención, logrando que el lector libere recursos cognitivos que serían utilizados para la decodificación y los redirija hacia la interpretación y el análisis crítico de los textos. Como he comentado en alguna otra ocasión, «la neurociencia ha demostrado que la lectura puede entrenarse», y al hacerlo, se favorece un desarrollo cognitivo óptimo en el estudiante, mejorando no solo su rendimiento académico sino también su desarrollo integral.
Neurociencia de la lectura: plasticidad cerebral y aprendizaje lector
El cerebro humano tiene la capacidad de adaptarse y reconfigurarse, lo que se conoce como plasticidad cerebral. Esta habilidad es fundamental en el aprendizaje de la lectura, ya que el cerebro «recicla» áreas no destinadas originalmente a la lectura para cumplir esta función. Este proceso depende en gran medida de una estimulación adecuada durante las etapas críticas de desarrollo. Según la investigación sobre neurodesarrollo, la intervención temprana en lectura puede mejorar significativamente los niveles de atención y memoria operativa en estudiantes con dificultades específicas, como dislexia o trastornos de atención.
La neurociencia aplicada a la educación permite comprender que el entrenamiento lector puede no solo compensar carencias, sino también potenciar habilidades cognitivas claves para el aprendizaje. La evidencia científica confirma que programas como el Método Glifing permiten que los estudiantes mejoren sus habilidades de lectura al desarrollar áreas cerebrales asociadas con la atención y la memoria. En este otro artículo se cita el libro «Neurociencia de la lectura».
La importancia de la intervención educativa y el apoyo familiar
Para optimizar el aprendizaje lector y sus efectos en la memoria y atención, es crucial una intervención educativa temprana y estructurada. El entorno familiar también juega un rol decisivo, ya que los hábitos de lectura en casa pueden fortalecer estas capacidades. Cuando los padres participan activamente en el proceso de aprendizaje lector, los niños suelen mostrar una mayor disposición y menor ansiedad frente a los retos académicos, lo cual favorece un mejor rendimiento y una relación más positiva con la lectura.
Conclusiones
La lectura es una herramienta esencial que, además de permitir el acceso al conocimiento, tiene un papel fundamental en el desarrollo de habilidades cognitivas como la memoria y la atención. La práctica de la lectura, especialmente a través de métodos estructurados y personalizados como Glifing, demuestra que el cerebro puede adaptarse y fortalecer estas capacidades, permitiendo que los estudiantes mejoren su rendimiento académico y disfruten de una experiencia de aprendizaje más completa.