Encuentra aquí cómo detectar las dificultades de lectura
Detecta si hay dificultades de lectura en 9 sencillas preguntas
Las dificultades del aprendizaje de la lectura no tienen relación con la capacidad intelectual. Es por eso, que a veces pueden ser difíciles de detectar: pueden quedar enmascaradas por compensaciones, aspectos del comportamiento u otros recursos que puedan poner en marcha los niños.
Detectar las dificultades de lectura nos permite localizar el problema y poner manos a la obra para encontrar una solución. La detección temprana de problemas de lectoescritura es de vital importancia para el desarrollo de la capacidad lectora de los niños y niñas. Los padres juegan un papel crucial en este proceso, ya que pueden detectar problemas en el lenguaje y la comprensión lectora desde etapas tempranas.
Es fundamental estar atentos a señales como dificultades para leer, leer lentamente, intercambiar letras o inventar palabras, problemas para aplicar las normas ortográficas y dificultades en la comprensión de lo leído.
Comprender los procesos lectores desde la base nos ofrece información sobre el desarrollo de la lectura y nos garantiza el éxito académico.
Os proponemos reflexionar sobre la habilidad lectora de los niños, respondiendo a una serie de preguntas:
1. ¿Hay diferencia entre su nivel de lectura y el de sus compañeros de clase?
2. ¿Lee lentamente?
3. ¿Se encalla o se embarulla cuando lee?
4. ¿Intercambia letras o inventa palabras?
5. ¿Tiene problemas para aplicar las normas ortográficas?
6. ¿Comprende con dificultad o no comprende lo que lee?
7. ¿Necesita mucho tiempo para estudiar o hacer los deberes?
8. ¿Los resultados escolares no son los esperados, aunque sepáis que tiene capacidad para salir adelante?
9. ¿Comprende mejor cuando le leéis que cuando lee?
Si habéis respondido afirmativamente a algunas de estas preguntas, podría ser que vuestro hijo o alumno tenga dificultades o algún trastorno de aprendizaje de la lectura.
La lectura es fundamental en el ámbito académico, por esto, si creéis que puede haber indicios de dificultades de lectura y escritura, os animamos a que consultéis con un profesional para tratar cuanto antes esas alteraciones de la lectoescritura; no esperéis a que el niño madure.
No perdáis tiempo y poneros en manos de un profesional especializado en el diagnóstico de problemas de lectura.
¿Cómo afectan las dificultades de lectura en el rendimiento académico?
La lectura es una herramienta fundamental en la escuela, es por esto que los niños y niñas que tienen problemas de lectoescritura pueden verse afectados en cuanto a los resultados académicos.
Los alumnos y alumnas con dificultades de lectura presentan problemas en la adquisición de la lectoescritura. Estas dificultades no remiten espontáneamente y pronto afectan al progreso en el resto de las asignaturas, porque, al fin y al cabo, siempre tendremos que leer. Es muy importante que los profesionales de la educación tengan herramientas para saber cómo enseñar a leer a niños con dificultades de aprendizaje.
Los profesionales de la educación desempeñan un papel fundamental en este proceso, brindando el apoyo necesario para que los niños y niñas con dificultades de lectoescritura puedan desarrollar todo su potencial académico y cuidar su salud mental. Y hablamos de salud mental, porque un niño o niña que tiene algún trastorno o dificultad en la lectoescritura puede sufrir mucha frustración, sobre todo en el entorno escolar.
La detección precoz es fundamental para ayudar cuanto antes a las personas con dislexia. La dislexia es un trastorno específico que se caracteriza por dificultades de lectura y escritura en los niños y adultos. Estas dificultades de aprendizaje pueden manifestarse desde la educación infantil.
Algunas señales que presentan estos niños a infantil son las dificultades para aprenderse las letras del abecedario, recordar los días de la semana o hacer juegos orales como por ejemplo las rimas.
En lenguas transparentes, podemos detectar dificultades de manera precoz si llevamos un seguimiento de los niños a través de evaluaciones muy sencillas que nos aportan información sobre el desarrollo de habilidades lingüísticas como por ejemplo la conciencia fonológica y la velocidad de denominación.
Cuando un niño empieza la educación primaria, hace falta que estemos atentos a cómo desarrolla la vía fonológica y léxica. Por eso, tenemos que mesurar el progreso en las tareas que se van desarrollando en este proceso, como por ejemplo la precisión y la velocidad. La secuencia del aprendizaje esperable es conocer las letras, leer sílabas, oraciones, frases cortas y, finalmente, textos.
En cuanto a los niños del segundo ciclo de primaria, observamos que el tipo de tarea que se los exige académicamente se relaciona con la comprensión. Es en esta etapa en que se detectan muchos alumnos que no entienden lo que leen. Este fenómeno se relaciona sobre todo con el desarrollo de la precisión y de la velocidad, pero también con el vocabulario y el desarrollo de la comprensión oral.
La dislexia lectora implica una dificultad específica para reconocer y comprender las palabras escritas, bien sean sílabas, frases cortas o información más amplia en modo texto. Estas dificultades de lectura que entraña la dislexia pueden afectar su fluidez lectora, comprensión de textos, en definitiva, a la capacidad de los niños de aprender a leer.
Método recomendado para personas con dificultades de aprendizaje ¡Prúebalo!
¿Qué entendemos por dificultades de lectura?
La definición que adopta la Asociación International de la Dislexia (IDA, 2002, Lyon, Shaywitz y Shaywitz, 2003) describe la dislexia como una dificultad específica del aprendizaje de la lectura con un origen neurobiológico.
Además, el DSM-V señala que estos fallos en el proceso aparecen de manera inesperada y que no se explican por un retraso lector, ni por una discapacidad intelectual, ni un trastorno visual o auditivo, ni tampoco por falta de instrucción o estimulación por parte del entorno educativo. En resumen, el niño tiene todo lo que necesita para aprender a leer y, sin embargo, experimenta una lectura lenta, pesada y laboriosa con muchos errores cuando descodifica.
Una lectura lenta y pesada es suficiente para actuar en lo referente a los procesos lectores. A veces hay también muchos errores, pero no siempre se dan en lenguas transparentes como la nuestra. Esto puede afectar o no a la comprensión. Hay que tener claro, que hay niños que tienen grandes dificultades para comprender lo leído, pero no para la comprensión oral.
Los primeros años de escuela aprendemos a leer, pero después tenemos que poder leer bien para aprender. A medida que avanzamos de curso, los contenidos se van ampliando y complicando, con lo cual aumenta la cantidad y la densidad del material que se debe leer. Cuanto más tiempo pasa, con más dificultades se encuentran en la escuela los niños y niñas con problemas de lectura. En consecuencia, aquellos que tienen problemas de lectura, es habitual que tengan problemas de aprendizaje, porque recordemos que aprendemos a leer para poder aprender todas las materias a lo largo de la vida académica.
Las dificultades de lectura tienen un origen neurobiológico y no tienen nada que ver con la inteligencia. Los niños y niñas con dificultades de lectura y escritura son tan inteligentes como cualquier otro, pero les cuesta más demostrarlo, con lo cual tienden a frustrarse y desmotivarse hasta el punto de tirar la toalla.
Una detección precoz y una actuación eficaz eliminan o minimizan los efectos negativos de las dificultades de lectura.
Montserrat Garcia i Ortiz
Psicóloga especialista en lectura
Creadora del Método Glifing
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